Always..

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sábado, 12 de abril de 2014

Siempre nos quedará París.

Estos años se han convertido en siglos y la idea de que mi imagen no haya perdurado en tu memoria es motivo más que suficiente para hacerme palidecer y querer romper cada detalle del que se compone la habitación desde la que te escribo esto.

¿Debería preguntar "qué tal"? ¿Escribir "eres feliz"? Sinceramente, perdona mi falta de interés y consideración pero temo que en tu respuesta, si es que obtengo alguna, haya un "de maravilla, sí". Quiero que me añores como te he estado y te seguiré añorando yo, que me digas que sin mí el aire que llena tus pulmones es distinto, que echas en falta mi voz para dormir, mi aroma para sonreír, que me quieres. Supongo que cada persona tiene algo en lo que creer, una utopía por decirlo así, y tú, tú y solo tú, eres la mía... Por eso es que prefiero no saber cómo es tu vida sin mi; pues soy más feliz pensando que una parte de ti no dio el primer paso por orgullo, y aún así todos los lunes esperas ansioso que llegue el correo, tengo que preguntarlo, ¿lo haces?

Yo nunca he dejado de hacerlo, de hecho; todas tus cartas las he guardado en el buzón, y cada lunes, tras pasear por París y tomar café en la que solía ser nuestra cafetería, cojo una al azar y la leo como si fuese la primera vez, te parecerá una tontería, ¿cierto? Pues así... Es una tontería sin la que dudo mucho que pudiese vivir a estas alturas.

Cuando comencé a escribir me propuse no alagar esto demasiado pero hay tantas cosas que me gustaría escribirte, decirte más bien, supe que volviste a la ciudad... Siempre dijiste que volverías a por mí, ¿es así? ¿Vuelves por mí? Se que te debo una disculpa, miles de hecho y no sé por dónde empezar... "¿Por qué dejé de escribir?" es algo a lo que te responderé únicamente en persona, quiero, te suplico, que aceptes verme porque necesito realmente tenerte frente a mi para decirte el "te quiero" que me niego a confesar por papel y tinta, quiero decirte en persona que para mí no fuiste una página que pasé, un capítulo ya cerrado, querido, tú eres mi libro favorito que quiero leer cada noche hasta que mi vista ya no pueda reconocer las letras.

Y siempre, siempre, nos quedará París.

1 comentario:

  1. Sublime, se echaba de menos tus publicaciones... Vienes pisando fuerte en este nuevo blog y genial la última frase!

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